Ella no es quien usted se imagina. Su imagen se encuentra en restaurantes, galerías de arte, fachadas de edificios y en salas de estar.
Representaciones artísticas de Nuestra Señora de Guadalupe han reclamado paredes, jardines, ventanas e incluso árboles en la ciudad de Tucson, algunas en medios pocos tradicionales. Este año marca el aniversario número 120 de la coronación de su imagen.
Nuestra Señora de Guadalupe es una representación del siglo XVI de la madre de Jesucristo, el hijo de Dios. Se le permitió bajar a La Tierra y presentarse ante diferentes personas en diferentes momentos de la historia para recordarles ser fieles, explicó el Padre Ed Sarrazin, vicario parroquial en la Misión San Xavier del Bac, una misión histórica ubicada a unas pocas millas al sur de Tucson.
“La gente Mexicana tiene gran devoción por la Virgen de Guadalupe,” dijo Steff Koeneman, directora de comunicaciones de la Diócesis Católica Romana de Tucson. “Cuando ellos se mudan acá, traen esa devoción con ellos.” La influencia de la Guadalupana se ha extendido por toda la region donde una gran cantidad de católicos la consideran un icono importante de su fe.
Ettore DeGrazia, un impresionista local, fue aprendiz del artista Mexicano Diego Rivera. DeGrazia creó más de 50 piezas dedicadas a Nuestra Señora a lo largo de su vida, entre las cuales hay pinturas, cerámicas y esculturas en plata, dijo Lance Laber, director ejecutivo de la Galería DeGrazia Bajo el Sol.
La Capilla El Señor de los Milagros es un espacio pequeño en el patio de una casa privada en el centro de Tucson. Allí, en el tronco de un árbol, la Virgen está pintada en colores brillantes, con monedas por ojos. En la Misión de San Xavier del Bac, un espectacular mural de baldosas en el corredor trasero del museo tiene la imagen de la Virgen de Guadalupe con su piel oscura y su manto estrellado, rodeada del brillo del sol. Los visitantes le traen flores o encienden velas en su altar pidiendo su bendición.
Otras expresiones culturales alrededor de la Virgen incluyen música, danza, y procesiones.
“Ella está cerca de mi corazón,” dijo Susan Palomino Campos, quien estaba cantando una ofrenda a la Virgen después de misa de medio día en la Catedral Saint Augustine, una iglesia histórica construida en 1868. “Me reflejo en ella porque es morena, ya sabes, ella es de piel oscura.”
Nuestra Señora de Guadalupe ha influenciado artistas por generaciones. Jacob Robles, 24, nació y creció en Tucson, y se considera así mismo como un artista comunitario.
Robles pinta murales, graffitis, camisetas y lienzos. Una de sus obras es sobre la Virgen de Guadalupe, donde la pintó con un vestido tradicional Mexicano y con trenzas.
“Yo quería pintar una Virgen de Guadalupe más de-colonizada,” dijo Robles. “Quería traer lo nativo en ella, porque muchos de nosotros la vemos como la Madre Tierra,” dijo en referencia a Coatlicue, la diosa Azteca que dio luz a la luna y las estrellas — la madre de dioses y mortales.
Traducción de Sandra Lopez-Monsalve