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Para Una Madre Inmigrante en Santuario, la Vida es un Limbo

La Vida es un Limbo

Para Una Madre Inmigrante en Santuario

Altar construido afuera de la Iglesia Presbiteriana Southside en apoyo a Rosa Robles Loreto.
Fotografia de SANTIAGO MEJIA
Rosa Robles, center, stands as her children nine-year-old Emiliano, left, and Gerardo, age 12, play soccer.Santiago Mejia/NYT Institute
Dos hermanos juegan con una pelota de fútbol en el patio de una iglesia bajo la mirada vigilante de su madre, Rosa Robles Loreto, quien se cubre del sol en la sombra y asegura de que sus hijos no rompan nada.
“Vamos a la alberca?” le pregunta Gerardo Jr., su hijo mayor.

“Ay, quieren todo”, responde Robles.

Pero los niños, que estan visitando a su madre, saben que ella no puede llevarlos a la alberca, no puede ir a sus partidos de beisbol y no puede recogerlos de la escuela. Robles, 41, está confinada en la Iglesia Presbiteriana de Southside, donde ella pidió santuario en agosto tras recibir una carta con orden de deportación. Nada indica que Robles podrá dejar la iglesia un dia pronto.

Matice Moore, Stephanie, Ms. Robles, Cecelia Valenzuela-Gee and Lesley Newman pray during a vigil.Santiago Mejia/NYT Institute
Rosa Robles Loreto looks down at her candle following a prayer and vigil.Santiago Mejia/NYT Institute
Ms. Robles said, “I’ve been asking, ‘Why God? Why me?’ and I know he has given me something to fight for.”Santiago Mejia/NYT Institute
Matice Moore, Stephanie Quintana, Rosa Robles, Cecelia Valenzuela-Gee y Lesley Newman rezan durante una vigilia. Robles dijo, “Me he preguntado, ‘Por que Dios? Por que yo?’ y ahora se que El me ha dado algo por lo cual luchar.”

En los meses desde que ella tomó residencia en la iglesia, su historia se ha esparcido a lo largo de Tucson, donde casas y negocios muestran carteles que dicen “We Stand With Rosa” (“Nosotros Apoyamos a Rosa”) y una cuenta de Twitter transmite información acerca de su caso. El hashtag de la causa es #LetRosaStay.

Partidarios con la esperanza de parar su deportación a México han organizado protestas, han circulado peticiones y han escrito cartas al presidente Barack Obama. Pero la situación no cambia.

Robles y su esposo llegaron a Tucson desde México hace 16 años, aunque regresaron a México para los nacimientos de Gerardo Jr., 12, y su hermano Emiliano, 9. La pareja volvió a Tucson con sus hijos, donde Robles trabajó como empleada doméstica. Su esposo, Gerardo, quien tiene un apellido diferente, mantiene privada su identidad porque es ahora el único responsable por la familia.

En Septiembre 2010, Robles manejaba la camioneta de su empleador cuando se estrelló con un cono en una área de construcción. Un oficial del departamento del alguacil vio el incidente, la detuvo y determinó que era indocumentada.

Robles dijo que fue detenida por 40 minutos antes de que un agente de la Patrulla Fronteriza se presentara, y recuerda haber llorado al pensar en tener que dejar a sus hijos.

Sra. Robles, izquierda, arregla su cuarto mientras Emiliano, su hijo de 9 años, se levanta de su siesta.Santiago Mejia/NYT  Institute
“En cuanto me paró, me puse bien nerviosa y a llorar, a llorar. Le suplicaba yo que me diera un ticket por que no habia hecho algo muy indebido.”
— Rosa Robles Loreto

Robles pasó un mes en un centro de detención, 60 millas al noroeste de Tucson antes de ser liberada bajo una fianza de $3,000.

Margo Cowan, abogada de Robles, dijo que su cliente no entendía el proceso de inmigración en ese momento. Cowan dijo que su cliente le pidió al juez deportación voluntaria en 2012 sin entender las consecuencias.

Tras entender su error, Robles apeló pero su apelación fue negada en 2014. Cuando recibió una carta oficial de deportación, ella buscó consejo legal de Cowan y se enteró de que podía acudir a la iglesia para protección.

“El santuario es más una táctica espiritual y política que una legal,” dijo la abogada. Aunque no hay nada que le impida al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) detener a Robles, Cowan dijo que se ha mantenido el respeto entre la agencia federal y la comunidad religiosa.

Un representante de ICE dijo que la agencia no tomará acción sobre la orden de remoción, pero añadió que su solicitud para anular el caso de deportación ha sido negada, el diario Arizona Republic reportó en agosto.

La acción ejecutiva sobre inmigración sancionada por el presidente Obama dice, en parte, que la lista de prioridad de deportación solo incluye a aquellos que son una amenaza para la seguridad nacional. El record de Robles está limpio.

Noel Andersen, coordinador para el Servicio Mundial de Iglesias (Church World Service), una organización que trabaja por los derechos de inmigrantes en todos lugares, dijo que hay cientas de iglesias en el país que ofrecen santuario a inmigrantes, pero pocas han tenido casos activos. El santuario fue común en los 1980s, especialmente en el suroeste del país.

Sra. Robles cocina
Sra. Robles cocina una comida para su esposo antes de que el venga del trabajo a visitarla.Santiago Mejia/NYT Institute

El caso de Robles es el más reciente entre los más de 40 casos involucrando a personas que han cruzado la frontera ilegalmente y que han buscado refugio en esa iglesia desde los 1980s. El cuarto de Robles, de 15 pies cuadrados, tiene un camarote sencillo, una televisión y un mini refrigerador. Ella mantiene una rutina de ver televisión y navegar el internet, cocinar y sentarse en un estado meditativo. Ella escucha musica cristiana. Ella reza.

“Tengo mucho tiempo para pensar,” dijo. “Yo antes pensaba que el mundo entero me odiaba a mi y a mi familia, y nos sentíamos tan marginalizados. Pero viendo tanto apoyo es lo que nos ha hecho fuertes, lo que nos ha hecho sentir que no estamos solos. Nos dimos cuenta de que cuando somos escuchados, el apoyo llega.”

“Esta no es una decisión fácil de tomar para nadie,” dijo la abogada. “En el momento que ella pide santuario, ella no está solo tratando de protegerse a sí misma ━ ella se ha convertido en una líder por los derechos civiles.”

Emiliano Robles, de 9 años de edad, escuchando.Santiago Mejia/NYT Institute

Robles se ha convertido en un icono para el movimiento por los derechos de los inmigrantes, y se siente orgullosa de ello. “He estado preguntando, ‘Por que Dios? Por que yo?’ Y yo se que El me ha dado algo por lo cual luchar,” dijo Robles.

Pero ella extraña su vida anterior. Ella extraña su trabajo y su hogar. Más que todo ella extraña a sus hijos.

Robles vigilaba mientras Emiliano montaba su bicicleta roja alrededor del patio de la iglesia. Ahora que sus hijos estan de vacaciones escolares, dice que espera que su estado de ánimo que algunas veces es sombrío quizás se ilumine.

“Me da miedo que tal vez me estoy perdiendo de partes importantes de sus vidas,” dijo Robles. “Pero ellos entienden y ellos saben que todo esto es para mantenernos unidos.”

Producido por Yolanda Martinez. Traducción de Sandra Lopez-Monsalve